El hombre probable

Panóptico planta sus raíces en numerosos casos recientes de funcionarios que denunciaron casos de corrupción municipal que acabaron desvelando tramas criminales organizadas en el seno de diversos partidos políticos. Sin embargo, y pese al valor ejemplar de su acción, los denunciantes sufrieron sus consecuencias más que los propios acusados. El poder político establecido les sometió a acoso, persecución, aislamiento social y difamaciones públicas, con el fin de desincentivar futuras delaciones y convertir en actos heroicos lo que deberían ser obligaciones ciudadanas.

En Panóptico, sin embargo, tanto los políticos corruptos como los delatores acosados son personajes ausentes. El foco, esta vez, se pone sobre los demás. Sobre aquellos que no se beneficiaron directamente de la corrupción pero no movieron un dedo para evitarla. Una funcionaria compañera de la delatora, una concejala, un contratista, un conserje y un jefe de prensa. El alma de un ayuntamiento cuya podredumbre ya no se podía

Manuel y María dirigen una fundación benéfica que ayuda a gente con problemas económicos o sociales, por medio de un estricto protocolo en el que se evalúan sus necesidades. Un día aparece por su calle una extraña mujer mayor, que viene a pedir ayuda para su hijo, un convicto por agresión sexual para el que pide a Manuel que le done uno de sus riñones. No hay otros donantes compatibles y su vida depende de ello. La decisión de Manuel pondrá a prueba su altruismo y el futuro de su familia.

Acuña vive en un colegio mayor. Una noche, su compañero de habitación, Sánchez, le pide que pase la noche fuera para invitar a una chica. Acuña accede y se marcha, pero cuando vuelve a por algo que se le había olvidado oye algo a través de la puerta: es aquella chica, que le dice "no" a Sánchez. Acuña llama, y Sánchez sale para asegurarle que todo está bien. Acuña le cree en ese momento y se marcha. Pero a lo largo de la noche que pasará recorriendo la ciudad, Acuña deberá enfrentarse a la verdad y a todos aquellos que se niegan a desvelarla.

Teo, Ana y Nico se quieren como hermanos. No solo ellos: en su clase todos se llevan de maravilla. Pero para lograr un ambiente tan estupendo, a veces hay que ser un poco duro. Porque hay gente que no se sabe integrar. Como aquella chica nueva… Igual lo que hicieron no le gusta a todo el mundo, pero no quedó más remedio que actuar.

Ella y él odian las redes sociales. Tienen perfil activo en todas, pero las odian. Esta vez las han utilizado para quedar y conocerse en el mundo real. Ahora están los dos, cara a cara, dispuestos a esconder sus móviles bajo llave y mirarse a los ojos. Ahora, de repente, no hay máscaras. Y todo es posible.

Eva, que está embarazada –muy embarazada- festeja su cumpleaños en una cafetería con su amiga Carol y su cuñada Soraya. En plena celebración, Carol propone grabar un vídeo con el móvil para enviárselo a Carlos, el marido de Eva, que está de viaje de negocios en China.

Para sorpresa de sus amigas, Eva declara a la cámara que Carlos no es en realidad el padre de la criatura, y que, por lo tanto, queda liberado de toda responsabilidad. Soraya trata de impedir que el vídeo llegue a su hermano, pero Eva aprieta el botón de enviar. Y en ese momento se abre la caja de Pandora…

Objetos perdidos nos presenta a dos seres que se buscan. Un hombre y una mujer que no consiguen encontrarse. Como si este siglo no fuera su tiempo ni este planeta su espacio. Por suerte, están en el lugar indicado: la oficina a la que van todos los objetos que quieren perderse.

Tras 30 años Sonsoles y Yolanda retoman su amistad de la infancia a través de Facebook. Su reencuentro pondrá a prueba los sueños, promesas y pactos que hicieron…. Juraron con sangre que si a los 40 años seguían solas se irían a vivir juntas y cuidarían la una de la otra para siempre… ¿Qué habrá sido de sus vidas en este tiempo?… ¿Seguirán teniendo tantas cosas en común?… ¿Habrán cumplido alguno de sus sueños?... ¿Y sus promesas?....

En un instituto trabaja un extraño profesor que acostumbra a contar relatos protagonizados por animales. Es Esopo, que ha llegado hasta nosotros con sus fábulas debajo del brazo. Pero como las moralejas ya no siempre funcionan, ahora las fábulas son el punto de partida de once escenas independientes que abordan con ironía y desenfado las inquietudes, problemas e ilusiones de los adolescentes de hoy.

Una mujer y un hombre deciden morir. Se odian, pero se comprometen a que uno de los dos sobreviva para dejar memoria del otro. En el plazo de una hora, deberán convencer al otro de que debe sobrevivir y dejar que el otro muera. Comienza así un extraño combate en el que la victoria es la muerte y la vida la derrota. Sucesivas escenas revelan un oscuro pasado común en torno a las ruinas del foro romano y hacen caer las máscaras hasta dejar al aire el blanco hueso de la verdad desnuda.

Asistimos a la vida de una serie de personajes que claman en silencio por alguien que les quiera. Un joven arisco con el mundo pero devoto de una madre invisible, un padre incapaz de comunicarse con su hijo, una mujer joven que reprime sus deseos, una pareja que comparte sin saberlo una misma vía de escape... Todos se enmascaran detrás de un chat en el que Marilyn Monroe y Groucho Marx discuten sobre el sentido del amor y de la vida. Poco a poco los secretos que guardan unos y otros van cayendo como una baraja de cartas...

Un avión. Un pasajero ha muerto y entre los pasajeros se cruzan las sospechas. Asistimos a fragmentos del pasado de cada uno de los personajes: poco a poco vemos que el miedo gobierna sus vidas, y que el concepto de "ataque preventivo" va más allá de la estrategia militar y forma parte de la vida cotidiana de la sociedad occidental.Ataque preventivo es un puzzle dramático de 31 piezas que pueden ordenarse de distinta manera en cada representación.

El desencuentro constante de un padre con su hija. Un amor incomprensible cincelado por el signo fatal de la impuntualidad. De cómo la impuntualidad existe en dos direcciones.

¿Sueñan los policías con ovejas antidisturbios? ¿Sobreviviría el mundo si un ministro se empeñara en decir la verdad? ¿El tirano de tu jefe desea en secreto que le azotes con una fusta por ser un chico malo?

Escenas de cama (seis maneras de dejar de fumar) es una comedia perversa y despiadada que invita a averiguar qué se esconde en el corazoncito de cada uno de estos y otros “entrañables” personajes, en su lugar más íntimo: la cama. Y sí, hay sexo.