LA MAMÁ SE MUERE
AUTOR/A: Francisco Javier García Teba
Sinopsis
En el lecho de muerte de su madre, Carlota le recrimina la vida que ha dejado de vivir por cuidarla durante años. Pequeñas renuncias acumuladas, que ahora brotan en cascada como un desahogo. Y, ahora, el peor reproche es que se muere dejándola vacía y sin la ocupación que daba sentido a su rutina.
Datos técnicos
Género:
Drama
Personajes femeninos:
Ninguno
Personajes masculinos:
Ninguno
Espacio
2
Duración
Teatro breve
Época
Otra
Otros datos

Sobre el autor/a
Francisco Javier García Teba
Alcalá la Real, 1963BREVE RESEÑA AUTOBIOGRAFICA:Nací en Alcalá la Real, tierra fronteriza entre Jaén y Granada, en 1963.Me formé, estudié y viví los años de aprendizaje en Granada. En 1980 fundé el grupo teatral Alcalaíno el Olivo, en Alcalá la Real, que representó durante una década por toda Andalucía una treintena de montajes (básicamente de autores andaluces y creaciones propias). Aprendí Técnica Actoral y Dirección Escénica en el Gabinete de Teatro de la Universidad de Granada con maestros como José Sanchís Sinisterra, Jordi Coca, Ángel Facio y Fernando Cobos.En la Universidad de Granada me licencié en Filología Hispánica, y completé su formación teórica con un Máster en Estudios Escénicos.Entre 1987 y 1991 trabajé como actor profesional de repertorio en el T.E.U.G. de Granada. Desde 1992 a 1997 fui Director de la Escuela Municipal de Teatro Clásico de Alcalá la Real. Desde 1996 soy miembro de Taetro, donde fundé
En vísperas de su muerte en 1967, Cipriano Rivas Cherif repasa los principales acontecimientos de su vida: su actividad teatral durante la República, su relación con Azaña, su encarcelamiento en el Dueso, hasta su exilio a México… y lo rememora a un chico de vocación franquista y que pretende hacerle una entrevista. Los acontecimientos entre Cipriano y el chico se deslizan suavemente hacia un final inesperado.
Como Uan tiene problemas de comunicación, se ha comprado dos móviles y se deja mensajes a sí mismo, se llama a sí mismo y se contesta por el otro terminal. Y ocupadas como tiene habitualmente las dos líneas, decide comprarse un tercer móvil por si alguien más lo llama.
Roberto el carnicero tritura carne, pero se distrae con una mosca. Tal desatención le costará perder la mano derecha, aunque no hay problema porque los expertos cirujanos le injertan una nueva mano, la mano de un cadáver. Sólo hay un pero, y es que LA MANO le ha salido respondona. La obra cuenta los jugosos diálogos que tienen Roberto y su Mano, con un desenlace inesperado.
Un hombre decide atravesar el umbral de un banco para pedir un crédito, pero el que le atiende es un pirata. La conversación entre ambos es ácida porque mezcla pensamientos sinceros y palabras de distracción. Finalmente, la millonaria tía del cliente será el botín de ambos.
El Trovador, ese melodrama histórico de A. García Gutiérrez, ha pasado por la trituradora y el resultado son hilachas de ácido, que en definitiva es una parodia extrema del romanticismo.
Un individuo que discute con su sombra, su otro yo, sobre las cosas de la vida: el ser, de dónde venimos y adónde vamos, qué sentido tienen nuestros actos… En fin, esas cosas que solemos debatir antes de tirar de la cadena del water.
La convivencia de un matrimonio va convirtiendo los regalos de uno en la cárcel de la otra hasta que se desata la más atroz de las violencias entre ambos. Pero finalmente se muestra que una salida es posible para Ana.
Se convoca al público en un mesón de moda para celebrar una cena benéfica en favor de cualquier catástrofe del momento, aunque ignoran que esta vez sólo verán comer, opíparamente, a unos privilegiados (y esta vez no son ellos) que además se deleitan exhibiendo sus manjares. A los postres, la presidenta de una ONG, un cura y una presentadora de televisión pronuncian discursos recordando a los damnificados del mundo e instando al público en general a ser solidarios con la causa en cuestión.
Antonia es la mujer del carnicero, que en sus ratos libres monta un consultorio esotérico en la trastienda, entre espinazos de cerdo y piltrafas sanguinolentas. En el tenderete recibe a clientes pintorescos entre aromas de chinchón e incienso: una pija desenamorada, un joven sensible y guarrete, una vecina envidiosa, etc.
Aventuras y desventuras de un banquero de pueblo metido a detective en busca del asesino, que en esta ocasión es un simple pagano dispuesto a engrosar la riqueza de un gran jefe que nadie conoce.
Una playa de arena fina del sur es un lugar paradisíaco hasta que se confunde con un cubo de basura. El esperpento se produce cuando los propios usuarios habituales se encuentran un día la misma basura que ellos mismos han arrojado. Es entonces cuando la playa se convierte, de pronto, en un campo de batalla.
Dos Guardias Civiles se encuentran en mitad de un descampado y, mientras echan un pitillo, inician una conversación entre laboral y chusca, entre colega y quejosa con los superiores que los putean. Sin dificultad, la conversación es extrapolable a otras profesiones.
Lo malo de ir al médico a los 40 es que te encontrará enfermedades que ni imaginabas, te agobiará, pretenderá eliminar de tu vida las costumbres más satisfactorias con la excusa de proteger la salud, y te convertirá para siempre en la persona más desgraciada que conozco.
La bella, sensual y jovencísima Anabella se nos aparece como una prostituta de lujo, una diosa de placeres ocultos. Narra su historia a un cliente mostrándose un poco picarona, un poco ambiciosa, un poco boba, un poco devorahombres. Pero finalmente casi nada es lo que parece.
Contiene diez micropiezas de un minuto; diez flashes de urgencia que tratan del cielo y de la tierra, de un devorador de libros, de dos criticadores de desgracias ajenas, de atornilladores de estrellas, de una prueba de amor…
Conversación de una prostituta que ha sido encerrada en el calabozo con el guardia que la custodia. Con el mucho parloteo, Líber pretende engatusar al guardita, que la escucha por puro aburrimiento.
Un banquero confiesa ante la policía sus actividades fraudulentas. Entre cínico y mordaz, intenta justificar que no sólo es un trincador como dicen las malas lenguas, sino que también ganaba dinero a espuertas para sus jefes, e incluso defiende su labor como un heroico acto social.
Dos cirujanos presentan a la comunidad científica un éxito sin precedentes: el injerto sin rechazo de una mano de un cadáver en un paciente. El único problema es que no le han preguntado al paciente su parecer. Y este rechazo psicológico, «esta incompatibilidad de caracteres» entre el paciente y su nueva mano desencadenará un drama para siluetas.
Convencido de que el cliente siempre tiene razón, el solícito peluquero atiende encantado los deseos de todos sus clientes, antes incluso de los expresen. El resultado es, no puede ser otro, que un corte a su medida.
Instantáneas de actitudes privadas y sociales de ÉL y ELLA, y sus posturas artificiales cuando se sienten enfocados por una cámara de televisión.
De las torturas modernas que acepta de buen grado una chica moderna al sentirse esclava de unos kilos de más, del bello de las piernas o de la excesiva blancura de su piel.
Espectáculo visual que trata del imperturbable ciudadano Tresculos, que permanece hipnotizado ante una serie interminable de anuncios publicitarios ante el televisor mientras le va cayendo basura hasta convertirlo en un auténtico vertedero humano.
Reflexiones y dudas del Hamlet posmoderno sobre la procelosa sociedad occidental del siglo XXI, y su definitivo posicionamiento sobre el sofá de casa y frente a la televisión como medida de profilaxis.
Verdadera pulga dramática sobre la distorsión y enrevesamiento de las relaciones personales.
Pieza de tono expresionista y simbólico que trata del poder que ejerce un tirano sobre un tonto arribista cuando el primero trabaja la vanidad del segundo con el objetivo de esclavizar a un tercero ¿de aspecto árabe? La pieza termina en una gran hecatombe.
El capataz de una cofradía se encierra en la capilla con el trono de la virgen la víspera de la procesión para ensayar. La virgen, no muy conforme, se rebela. El capataz sufre alucinaciones. Será el incienso que «coloca».
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