Encontrar trabajo siempre fue una tarea ardua, pero encontrar trabajo hoy es una tarea surrealista. Será cuestión de los ingredientes o de las materias primas. Será, quizá, cuestión de las expectativas o de las esperanzas, pero, sea como sea, el viaje de un entrevistado es siempre el de una mudanza sin cajas. Mucho ruido y pocas nueces. Mucho ruido, como si se tratase de un nuevo modo de tortura. Pocas nueces, para hacer más emocionante el juego. Collares ostentosos, escaparates martillo y píldoras para el sueño. Sea como sea, sigue funcionando, aunque te olvides a tu hijo en el coche. Seremos algoritmo o seremos nada. Aunque quizá, también, nos quede ser amor, o no. Es igual, porque lo que es realmente una tarea ardua es encontrarse uno.