En Cuadernos de Dramaturgia Contemporánea, N.º 22 (Alicante, 2017), la colección que editaba la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos [y que se puede leer aquí: muestrateatro.com], Guillermo Heras, con su habitual ironía, escribía el artículo «De la dramaturgia emergente a la dramaturgia detergente» para desterrar las connotaciones del término emergente, es decir, aquel mediante el que se ha querido nombrar una dramaturgia recién emergida para constatar, a renglón seguido, su inocuidad. Heras, por el contrario, propone una dramaturgia detergente, es decir, una en que modas y emergencias quedaran al margen. La razón es que entre la vanguardia y la memoria se mueve la escritura dramática —así como su práctica escénica— una oscilación que sigue recogiendo lo que de ancestral tiene el teatro abriéndose a nuevas aperturas formales —donde lo nuevo no es originalidad, sino autenticidad—. De la lista que hace Guillermo Heras hay dos propuestas de esta dramaturgia que nos parecen muy interesantes: 1) Recuperar la limpieza estilística de la textualidad clásica, volviendo a mirar a nuestros maestros griegos, del Siglo de Oro o de la vanguardia de los años XX y 2) Que la idea de transversalidad ya no es nada original, sino una consecuencia lógica de la evolución de las Artes Escénicas y, por tanto, de sus diversas formas de escritura (Heras, 2017: 35-36).
Estos dos aspectos son recogidos aquí porque, en efecto, están muy presentes en la lista que a continuación ofrecemos a tenor de la celebración de este número especial de Las puertas del drama que, como se sabe, cumple veinticinco años. Nuestras socias y socios, previa petición, han enviado el texto-espectáculo dramático creado entre 2000-20241 que, por alguna razón, le hayan influido de manera especial. La nómina es poliédrica, como la propia teatralidad, una en que se pueden recoger, al menos, tres tendencias: 1) Obras que han supuesto un cambio de paradigma teatral y que por su importancia y repercusión son ya clásicos, como por ejemplo, Jordi Galceran o Sanchis Sinisterra; 2) Obras que exploran otras formas del decir, con un lenguaje performativo que mira al lector y al espectador a partes iguales y que suponen un reto estético, como proponen autoras como María Velasco o Pablo Messiez y 3) Obras que recogen la tradición para desplegar una mirada contemporánea del mundo, tales como Ernesto Caballero o Juan Carlos Rubio.
Las tres, si se tienen en cuenta las carteleras actuales, dan buena cuenta del quehacer con que se abre y se sigue explorando este joven siglo XXI. Son obras escritas en español, en alguna de las lenguas oficiales de nuestro país, pero escritas también por autores/as latinoamericanos /as que han desarrollado parte de su carrera en España como es el caso de Carolina Román o Sergio Blanco.
No pretende este escrito pararse en cada obra seleccionada —podríamos hablar, de igual modo, de las piezas de las autoras y autores que recomiendan sus referencias— ni hacer un exhausto análisis de todas ellas en particular, sino del dibujo global que conforman, son piezas pues: intergeneracionales, clásicas, vanguardistas, poéticas, realistas, trágicas, esperpénticas, etc. Y no creemos que sea casualidad, pues estamos ante un crisol de obras rabiosamente políticas. Nos referimos a que son piezas adscritas a un territorio insoslayable para la construcción política, simbólica y utópica: teatro de memoria democrática (José Ramón Fernández, Juan Cavestany y Juan Mayorga), teatro de ideas (César López Llera), teatro social (Jesús Torres o Paloma Pedrero), teatro feminista (Antonia Bueno o María Goiricelaya), teatro ético (María Velasco —quien recoge todas las construcciones anteriores—). Sin duda, teatros que nos arrojan al límite de nuestras certezas y creencias, que nos interrogan con las voces de los muertos, que nos incomoda porque no nos permite respuestas rápidas y fáciles —dos tumores de nuestro tiempo—. Celebremos estos veinticinco años releyendo y descubriendo a estos cincuenta autores y autoras.
MANUEL SÁNCHEZ ARILLO
Amaeur, de Carolina Román
Teatros del Canal, 2023
¿Por qué me gustó esta obra? Nos hemos casi olvidado del autor, el actor y el respetable senado. Bien, en Amaeru el triángulo de fuerzas pone a la máquina perfectamente engrasada al hacer que el público piense, de una forma responsable y directa. También las sorpresas son buenas para las tres partes. El público teatral ha cambiado y casi no hemos sabido entenderlo.
YOLANDA GARCÍA SERRANO
En tierra extraña, de Juan Carlos Rubio
Teatro Español, 2021
Han sido muchas las obras que me han gustado en estos 25 años, pero como solo puedo mencionar una diré En tierra extraña. Me encantó su delicadeza al abordar una situación donde Federico García Lorca, Concha Piquer y Rafael de León se encuentran sin ser conscientes de que poco después la Guerra Civil se llevaría por delante a Federico. En el texto hay mucha inspiración, humor, poesía, desgarro. Todo ello gracias al enorme talento de su autor, Juan Carlos Rubio, que hace inmensos a sus personajes. Me emocionó de una manera difícil de explicar, y eso me confirmó que un buen texto también puede ser una obra de arte.
LOLA G. OTERO
Primera sangre, de María Velasco
Centro Dramático Nacional, 2024
Editado por Fundación SGAE (Colección Teatro Autor), 2023
La obra que más me ha gustado, de las que he leído recientemente, escrita en el plazo de los dos últimos años es Primera sangre, de María Velasco. Me ha conmovido de una forma especial. Sin pudor me declaro admiradora del estilo de María, de su forma de escribir la vida, de su personalísima perspectiva, y del modo en que se acerca, a menudo, a realidades sórdidas, dolorosas, incluso nauseabundas, sin dejar por ello de expresar una suerte de ternura que emociona y una firmeza en la crítica que se sustenta en la primera persona singular “yo”. Su teatro destila poesía. Poesía que, en esta ocasión, nos zarandea al detenerse en un tema escabroso, estremecedor: la violencia ejercida en unas niñas cuyos nombres a veces se olvidan y que son sustituidas por otras cuyos nombres también se olvidan. Primera sangre es la memoria de todas ellas, niñas perdidas, muertas, violentadas por fuerzas poderosas que dejan cicatrices. Es un grito contra la psicopatía social. Un grito al que me sumo. Una causa.
OZKAR GALÁN
Alejandro y Ana (lo que España no pudo ver de la boda de la hija del presidente), de Juan Mayorga y Juan Cavestany
Salón de Bodas Lady Ana de Madrid, 2003
Sin lugar a duda Alejandro y Ana, (lo que España no pudo ver de la boda de la hija del presidente) escrita entre Juan Mayorga y Juan Cavestany. Su certera crítica, su rabiosa actualidad, su resucitar el esperpento y el modo y tiempo en que fue gestada, hace de esta obra una genialidad no repetida. P.d.: Las mías tampoco están mal.
ANTONIA BUENO
Waterloo, de Carles Alberola y Pasqual Alapont
Sala Russafa, Valencia, 2021
Editado por Eidicions Bromera, 2024
Me parece importante que se difundan las obras que se hacen aquí en las «provincias» periféricas. Magnífica tragicomedia que entreteje momentos dolorosos con situaciones absolutamente hilarantes. Encontramos referentes de grandes autores como Neil Simon, Woody Allen o Billy Wilder en esta obra que Alberola y Alapont sitúan en un contexto valenciano y que se hace universal por el tratamiento de los temas y los personajes. Un absoluto disfrute leerla y aún más verla representada por el propio Carles Alberola, que en este unipersonal se desdobla en múltiples personajes que conviven, se aman y combaten en su memoria familiar.
SANCHA MARCHENA
La resistencia, Lucia Carballal
Teatros del Canal, 2019
Editado por la Uña Rota dentro del volumen Las últimas, 2021
La obra que más me ha marcado ha sido La resistencia de Lucía Carballal; una clase magistral de cómo sumar descubrimientos o hallazgos sutiles para llegar a una resolución— en este caso confesión— final. Para mí, este texto es un manual de cómo ir construyendo la historia, y los personajes, a través de los diálogos. Y, además, en un solo espacio. Es todo un alarde de destreza dramatúrgica.
CARLOS ZAMARRIEGO
Tebas Land, de Sergio Blanco
Teatro Palacio Valdés, Avilés, 2017
Editado por Punto de Vista Editores (Coleccion OmnibusTeatro), 2018
La obra en español que más me ha impresionado en estos 25 años ha sido Tebas Land, de Sergio Blanco. No sólo porque me introdujo dentro de una calle hasta entonces desconocida para mí, la autoficción, sino por la fantástica convivencia entre lo clásico y lo vanguardista. Con solo dos personajes, es una obra de una complicada sencillez escénica y un mensaje sobre la violencia que cala muy hondo.
BEATRIZ VELILLA
Yerma, de María Goiricelaya
Sala BBK, Bilbao, 2021
La obra escrita entre 2000 y 2024 que más me gustó fue Yerma, de la autora y directora María Goiricelaya. Se trata de una valiente apuesta al tratar un tema tan olvidado como es la no-maternidad. Goiricelaya ofrece con su Yerma un tributo a todas aquellas mujeres que, deseándolo, no pueden ser madres de forma biológica. Y por supuesto, a Lorca, cuyo universo femenino está presente sin que aparezca una sola palabra suya, salvo el título.
JOSÉ MANUEL CORREDOIRA VIÑUELA
Pasarela Senegal, de César López Llera
Artezblai (Colección Textos Teatrales), Bilbao, 2019
Cualquiera de las obras de César López Llera (Madrid, 1963), por ejemplo, Pasarela Senegal (2019). Un escritor maldito, que escribe malditísimamente bien; el mejor dramaturgo de su generación.
JORDI CASANOVAS
Urtain, de Juan Cavestany
Centro Dramático Nacional, 2008
Editado por Nórdica Libros (Colección Nórdica Teatro), 2019
Por su capacidad de representar sociológicamente la España pasada y presente desde una figura propia de los márgenes de la historia. Por el juego teatral propuesto al equipo actoral, que se desdobla en distintos personajes, y que hace viajar al espectador a otros tiempos y espacios solamente con la palabra. Por su humor, por su ironía y por su capacidad de atrapar al público con un retrato social y político con una historia reciente, aunque ya sea por nosotros conocida. Por ser una obra maestra de la ficción teatral española basada en hechos reales.
JUAN GARCÍA LARRONDO
Federico, en carne viva, de José Moreno Arenas
Teatro Echegaray de Málaga, 2018
Editado por Publicaciones de Diputación Provincial de Granada, 2023
Por fortuna para nuestra Literatura Dramática, son muchas las obras que podría decir que me han gustado durante estos 25 años, pero, como solo puedo elegir una, me decido por la última que he leído: Federico, en carne viva, del granadino José Moreno Arenas. Su lectura ha llenado el escenario de mi cabeza de imágenes y recuerdos tan familiares como sorprendentes, porque me hablan del García Lorca que prefiero y que es uno de mis más admirados referentes. Es un drama escrito con mucha sensibilidad. Tanta que pareciera que el autor ha descarnado a Lorca y se ha encarnado en él al mismo tiempo. O puede que viceversa. Todo fluye en un mágico ritmo de diálogos secretos y metáforas preciosas. Creo que en este texto se roza el alma de Federico y milagrosamente encaja. En mi opinión es una suerte de hagiografía magníficamente escrita y documentada. Pura poesía a la par que verdad escandalosa. Teatro que da gusto ver, imaginar y ser leído.
CARLOS HERRERA CARMONA
Silenciosa sombra de un perro, de Eugenia Kléber
Ediciones Mutis, 2024
Silenciosa sombra de un perro de Eugenia Kléber me ha parecido totalmente subyugadora. Es palpable la maestría de la autora a la hora de manejar palabras como ungüentos o armas arrojadizas, dependiendo de quien las pronuncie. Un personaje expone: “en ocasiones generamos catástrofes sin pretenderlo”. Cuanto más nos adentramos en este espacio desolador, la conclusión puede que sea que no exista remisión alguna. Otro personaje, Elga, exclama —apropiándose del rol de sacerdotisa en este ritual ante el fin del mundo que esta pieza: “Brindemos por la miseria y la post-miseria”. Es la sentencia grotesca del ser humano ante la paliza que el universo le propina.
JESÚS DÍAZ HERNÁNDEZ
La ternura, de Alfredo Sanzol
Teatro de La Abadía, 2017
Editado por Ediciones Antígona, 2017
Una obra de teatro que me ha encantado (dentro del periodo propuesto) ha sido La Ternura, de Alfredo Sanzol. Es una obra divertida, con un contenido social muy interesante, y está muy bien escrita, pero sobre todo tiene la virtud (fundamental en el teatro) de mantener atento al espectador en todo momento, no hay ni un segundo de desmayo. Es la única obra que he visto dos veces en una misma temporada.
CONCHA GÓMEZ
Arizona, de Juan Carlos Rubio
Teatro Palacio Erisana de Lucena, Córdoba, 2008
Editado por Ediciones Antígona, 2017
La lectura de Arizona, no solo me conmovió por su hábil exploración de temas tan candentes como la manipulación social, el fanatismo político o la intolerancia, sino que admiré cómo aborda el autor un tema tan árido con una prosa hábil y mordaz que no solo seduce por su forma, sino que induce al lector/espectador a una profunda reflexión. La arquitectura sólida de la obra y el conocimiento del espacio escénico, logran redondear un texto, que fotografía actitudes deleznables y para las que, textos como éste, se convierten en un potente antídoto.
MANUEL MUÑOZ HIDALGO
Noche de San Juan (farsa, fábula y cuento para licándropos), de Juan García Larrondo
Ediciones Irreverentes, 2019
Noche de San Juan del dramaturgo Juan García Larrondo, es una tragicomedia de un lirismo sorprendente que nos narra la venganza de la gorgona Medusa sobre los hombres, a los que condena y paraliza bajo un reinado de terror y mansedumbre. La única vía de salvación que les otorga será mediante el sacrificio de Juan Sin Miedo y del apasionado romance que este sostiene con el lobo Sinvivir. Con desbordante imaginación, el autor nos atrapa con este relato onírico, mitológico y de exuberante calidad literaria que transciende del teatro hasta convertirse en dramática poesía. En alta Poesía. No recuerdo haber leído jamás algo semejante. Noche de San Juan es un texto tan feroz como tierno: es fábula y leyenda, es drama imposible que conmueve y encoge el corazón a la par que lo alivia. Y es, al mismo tiempo «las tres cosas». Y quien lo leyó lo sabe.
ANA A. MILLÁS
Manolita en la frontera, de Antonia Bueno
Festival Russafa Escènica (El Canguro Verde), 2012
Editado por Universidad de Almería, 2017
Manolita en la frontera, de Antonia Bueno, fue un monólogo que me caló. Además de ser un texto íntimo, un recorrido de lo que representa su éxodo constante, es magnífico. Por añadidura, desde su estreno en el Festival Russafa Escènica, en 2012, hasta ahora mismo en la Exposición que la Universidad de Valencia dedica a Manuela Ballester, he tenido la suerte de ser la actriz que habita la piel y presta la voz a esta mujer, valiente y comprometida. Esta última representación ha sido especial pues la hice arropada por la inspiración de alguna de sus pinturas.
ADOLFO SIMÓN
Puños de harina, de Jesús Torres
Festival Spanish Theatre in London (Lyon’s Theatre), 2019
Editado por Fundación SGAE (Colección Teatroautor Exprés), 2020
Porque plantea una estructura de combate de boxeo, el monólogo enfrenta en diez asaltos dos historias de forma paralela. Por un lado, descubrimos la historia real de Rukeli, el boxeador alemán y gitano que desafió al mismísimo Hitler en la época de la Alemania nazi. Por otro lado, conocemos a Saúl, un gitano homosexual que, en la España rural de los 80, busca su identidad e intenta sobrevivir en el seno de una familia tradicional.
JOSÉ LUIS URRUTIA
El método Grönholm, de Jordi Galceran
Teatre Nacional de Catalunya, 2003
Editado por Iberautor Promociones Culturales, 2006
Por fortuna, la elección no es sencilla. Me decanto por El método Grönholm (escrita originalmente en catalán y prontamente traducida al castellano), de Jordi Galceran. A mi entender, reúne una serie de valores que la convierten en una obra merecedora de ser destacada. De manera resumida puedo decir que lo que me sedujo de ella fue el ritmo propuesto desde un inicio, el envolvente desarrollo con el que se atrapa y mantiene la atención y, algo para mí muy importante, la profundidad psicológica del argumento y de los diálogos, retratando a cuatro personajes diferentes en sus emociones y en sus concepciones personales acerca de la vida y de la relación con sus semejantes, con el añadido de que sus reacciones vienen condicionadas por la peculiar y exigente situación que viven. Una obra que se sumerge en aguas profundas del ser humano y que sabe llevarnos por territorios tan interesantes como atemporales.
ALFONSO PLOU
J’attrendrai, de José Ramón Fernández
Teatro Español, 2020
Editado por Ediciones Punto de Vista dentro del volumen Tarjeta de visita, 2023
Es muy difícil e injusto escoger una única obra publicada en los últimos 25 años como la mejor o la que más me gusta. Soy un lector voraz de dramaturgia y creo que estamos en un momento brillante en la autoría teatral española, pese a no ser reconocida popularmente, no tanto en la escena, que también, sino especialmente en la edición. Quizás por ello me decido a elegir como mi preferida J’attendrai de José Ramón Fernández. Publicada en 2017 antes de ser llevada a la escena en 2020. Es una obra que conjuga de manera prodigiosa la fuerza de la historia que desarrolla con los hallazgos formales de la manera en que se cuenta. Junta en un mismo relato escénico autoficción y teatro documento, dos géneros que caracterizan las dos últimas décadas, pero que no siempre tienen el vigor que tienen en esta historia personal convertida en Historia Universal: la memoria recuperada de un republicano español, tío del autor y superviviente del campo de concentración Mauthausen. Emocionante y pertinente.
ALBERTO FONSECA
Tratos, de Ernesto Caballero
Centro Cultural Conde Duque de Madrid, 2016
Editado por Instituto Nacional de Artes Escénicas y de Teatro (Autores en el Centro), 2016
Esta obra me impactó especialmente en su publicación y puesta en escena (2016) porque presenta un conflicto político, social y moral en el que se nos convoca no solo como público inmediato de la pieza, sino también como integrantes de una colectividad ciudadana. Su escritura nos apela como miembros del ágora pública que es el teatro y que, sin duda, debería ser lo político. Tratos nos invita a pensar el escenario como un lugar para la dialéctica y el pensamiento.
ASIER ANDUEZA
Shock (el Cóndor y el Puma), de Albert Boronat, Andrés Lima, Juan Cavestany y Juan Mayorga
Centro Dramático Nacional, 2019
Editado por Instituto Nacional de Artes Escénicas y de Teatro (Autores en el Centro), 2019
En 2019, el CDN estrena Shock (el Cóndor y el Puma). Es una obra de teatro documental
dirigida por Andrés Lima a partir del ensayo titulado La doctrina del shock, de Naomi Klein. La obra es una investigación escénica sobre el golpe de estado de Pinochet al gobierno de Allende. Un hecho histórico que se revela como experimento fundacional del neoliberalismo económico e ideológico. La obra tiene el valor de adentrarse en las marañas de la historia armando un discurso poderoso para ofrecer al espectador una experiencia de gran trascendencia reinterpretando la catarsis griega para que el temor y la compasión cedan su lugar al desengaño y la rabia.
JULIO ESCALADA
El método Grönholm, de Jordi Galceran
Teatre Nacional de Catalunya, 2003
Editado por Iberautor Promociones Culturales, 2006
Porque partiendo de premisas muy restrictivas: unidad de acción, tiempo y lugar, y con únicamente cuatro personajes, su autor es capaz de desarrollar una situación hilarante y delirante y que, sin embargo, nunca deja de ser verosímil. La obra que cualquier dramaturgo/a sueña con escribir, aunque lo niegue.
ANTONIO FUENTE RUIZ
Los gestos, de Pablo Messiez
Centro Dramático Nacional, 2023
Editado por Instituto Nacional de Artes Escénicas y de Teatro (Autores en el Centro), 2024
Una obra original donde el ser humano se ve retratado sin contemplaciones. Esta obra tiene rasgos primitivos, rasgos del primero teatro griego de hace dos mil años, donde las emociones se transmitían en el escenario a flor de piel.
GRACIA MORALES
Sangre lunar, de José Sanchis Sinisterra
Centro Dramático Nacional, 2006
Editado por Editorial Fundamentos, 2010
Es difícil elegir, pero creo que me quedo con Sangre lunar, de José Sanchis Sinisterra. Para mí es un texto donde se conjugar realismo y experimentación, compromiso y riesgo formal. Parte de un suceso real estremecedor, que consigue trascender gracias a la indagación en los personajes y también al lirismo y al uso eficaz de un tiempo fragmentario. El monólogo final me resulta inolvidable, así como la inquietante figura de Manuel.
IGNACIO AMESTOY
La tumba de Antígona, de María Zambrano (versión Nieves Rodríguez Rodríguez y Cristina D. Silveira)
Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, 2022
Editado por Primer Acto, 2023
La tumba de Antígona, en la versión de Nieves Rodríguez Rodríguez y Cristina Silveira, sobre la visión de María Zambrano. La obra se estrenó en Mérida en junio del 2022 y la publicó Primer Acto en junio del 2023. La obra de Nieves Rodríguez Rodríguez se alza sobre las herencias de Zambrano y Sófocles y apuesta decisivamente por la tragedia eterna de Antígona, más que en un eterno retorno, en un eterno delirio vital, una tragedia siempre contemporánea.
DENIS RAFTER
Isla, de Paloma Pedrero
Teatro Fernán Gómez, 2023
Hay obras de teatro que quedan para siempre en la memoria; y otras, con mucho más protagonismo comercial, que desaparecen como la niebla de una mañana de otoño en Irlanda. ¿Por qué? ¿Qué es lo que hace una obra inolvidable? El teatro está lleno de misterio, de contradicciones y de sorpresas; es lo que busca cualquier público, de cualquier cultura, de cualquier edad y de cualquier época de nuestra Historia. Y si una obra consigue estos elementos vitales, produce la esencia de su arte; la pasión, la verdad… lágrimas y sonrisas, además de un impacto intelectual humano y no un mero impacto de fuegos artificiales, transitorio como una nube de verano. El año pasado vi, o mejor dicho viví, Isla, una obra de la autora-directora, Paloma Pedrero: interpretada por la compañía Caídos del Cielo, un grupo de actores y actrices que me dejaron unas imágenes imborrables, llenas de ternura y sentimientos humanos. Despertaron a través de aquella isla mística e inocente suya, la isla que está dentro de nosotros, aquel lugar donde podremos vivir en paz y amor, no solo con el mundo exterior que está a nuestro alrededor sino también con nuestro mundo interior donde intenta sobrevivir esta parte secreta, tímida y a veces muy asustada: nuestra alma.