Leer a Denise Despeyroux, o asistir a una de sus obras, constituye un enorme disfrute. Y conocer los detalles de su trayectoria supone descubrir un itinerario intenso y admirable, que nace de una profunda vocación escénica. Denise, uruguaya de nacimiento, vive desde muy pequeña en España y ha crecido en contacto con el medio escénico, trabajando en las dos orillas.
Licenciada en filosofía, es una enamorada de la actividad teatral que convirtió en su profesión en cuanto tuvo oportunidad. Con los años y los estrenos, su enorme talento le ha ido abriendo puertas, pero sin dejar de hacer lo que ella denomina con gran acierto: “teatro a la intemperie”, es decir, trabajar desde una cierta incertidumbre y sin la garantía de que los méritos de las creaciones obtengan las funciones necesarias y una repercusión suficiente.
Desde mi punto de vista, en el teatro de Denise Despeyroux, junto a una voluntad de jugar a resolver interesantes retos escénicos, late sobre todo una búsqueda de respuestas emocionales y una mirada desprejuiciada y valiosa a eso que llamamos “la realidad” y a múltiples sistemas de razonamientos y de sentimientos que tratan de aproximarse a la complejidad de “lo real”. Los personajes de estos textos recurren a menudo a diversos sistemas de pensamiento (filosóficos, científicos, religiosos, espirituales…) a los que agarrarse durante sus frecuentes incertidumbres. Pero subyace, además, en sus obras, una corriente que fluye revelando los desasosiegos de sus personajes (que son también nuestras propias inquietudes) y a las trampas que a menudo su entorno les impone.
De entre sus textos teatrales destacaremos:
El más querido (una catástrofe navideña). Es un proyecto que se forja en Argentina en 2008, y se estrena en el Teatro Lagrada de Madrid en el año 2010. Publicado por Punto de Vista Editores en la antología Del amor y otras catástrofes que integra siete textos de la autora. Las afinidades, los fingimientos, las revelaciones, las confesiones, lo cósmico y lo trascendente son algunos de los elementos que aparecen en esta obra y que configuran algunas de las constantes de obras posteriores de nuestra autora. Dos chicas y un chico (su profesor de tenis) protagonizan esta historia envuelta en una dinámica de atracciones y colisiones como si de un partido de tenis emocional se tratara, en el que los deseos y las confidencias que intercambian los personajes a veces chocan contra sus particulares redes.
El corazón es extraño. Estrenada en 2011 en el Teatro Pradillo de Madrid. También se integra en el volumen Del amor y otras catástrofes. Es una fábula sobre el deseo, sobre la tensión entre razón y sentimiento…protagonizada por tres personajes que buscan fórmulas para conseguir la reciprocidad amatoria de las personas a las que aman. Dos hombres (uno de ellos víctima de un enfebrecido amor no correspondido), y dos mujeres (una de ellas es un clon del otro personaje femenino, en un juego de dobles que la autora desarrollará desde otra perspectiva en su siguiente obra, La Realidad), buscan respuestas en la ciencia o en estrategias espirituales alternativas para hacer frente a la desazón amatoria.
La realidad. Estrenada en el Festival Fringe de Madrid. Publicada por Fundación Autor y por Editorial Antígona en edición bilingüe a raíz de su estreno en inglés por parte del Cervantes Theatre de Londres, y también forma parte de Del amor y otras catástrofes. Ha sido finalista al Max Revelación y candidata a Mejor autoría y Mejor interpretación femenina. La Realidad es un texto unipersonal, escrito para la actriz Fernanda Orazi en el que se integran dos personajes, Andrómeda y Luz, dos hermanas gemelas, una de ellas volcada en la meditación y la otra en las constelaciones familiares. En el arranque, ayudándose de un soporte audiovisual, están ensayando una estrategia de suplantación ante la madre de ambas, porque una de ellas, Luz, padece una enfermedad terminal. Ambos personajes, a veces, practican un juego al que llaman La Realidad. Pese al tono de comedia, en sus diálogos subyacen experiencias relacionadas con el perdón y el daño que se autoinfligen y sobre búsquedas que trascienden lo real.
Los dramáticos orígenes de las galaxias espirales. 2014. Estrenada en el Teatro María Guerrero (CDN), Madrid. Candidata a los Max en el apartado de Mejor Autoría. Forma parte del II Laboratorio de Escritura Teatral de la SGAE. Publicada por Teatroautor y también integrada en Del amor y otras catástrofes. Nos reencontramos con algunos de los personajes y las tramas de La Realidad, que constituye una especie de escisión de este texto, previo a su nacimiento. Una constelación del mismo universo. En esta obra, además de Andrómeda y Luz, conoceremos a otros personajes como Aurora (que conmovida hasta la lágrima por los mensajes ternuristas de la publicidad de unos grandes almacenes, llegará a lograr una conexión sentimental con el director de esta empresa), la tía Casandra (y sus experiencias rituales con la ayahuasca), o el primo Oliver (pionero en la creación de una banda de pop basado en la filosofía lacaniana). A partir de la suplantación de las hermanas gemelas, se generan situaciones divertidas y reveladoras y cuando la sustitución se consolida provocará nuevas contradicciones y conflictos entre diálogos sobre búsquedas de respuestas existenciales que contienen, también, una mirada irónica sobre determinados sistemas de pensamiento espiritual. Se trata de una historia de aceptación, de búsqueda del sentido vital, de análisis de los roces y los arañazos de las relaciones familiares, y de estrategias para canalizar o minimizar o aceptar una pérdida.
Carne viva. Estrenada en 2014 en el Festival Surge Madrid. Candidata a los Max en la categoría de Mejor Autoría. Editada por Teatroautorexprés de la Fundación SGAE. También forma parte de Del amor y otras catástrofes. Es una hilarante comedia concebida para su representación en tres habitaciones diferentes de “La pensión de las pulgas”, un espacio escénico muy especial de Madrid, ya desaparecido. Narra tres momentos relacionados con un mismo suceso, pero lo hace de forma cronológicamente inversa. Estamos en una comisaría en la que la precariedad económica hace estragos a nivel de mantenimiento del inmueble, de suministros, de vehículos policiales (policías que se ven obligados a realizar seguimiento de sospechosos en bicicleta…), por lo que se han visto obligados a subarrendar parte del inmueble a una hipnotista y a una profesora de danza. Asistimos a las desavenencias entre los integrantes de esa singular comisaría. Y para complicarlo todo aún más se produce un crimen cuya naturaleza hay que desvelar y descubrimos relaciones y parentescos secretos entre varios personajes. La estructura espacio temporal de esta obra supone un reto fascinante, puesto que los tres tiempos y los tres espacios que la conforman se van hilvanando a través de complejos mecanismos dramatúrgicos que enriquecen, además, el desarrollo de las tramas.
Ternura negra. La pasión de maria estuardo. Estrenada en 2015 en Festival Surge Madrid, sala Kubik Fabrik. Publicada por Ediciones Antígona y también integrada en Del amor y otras catástrofes. Se trata de un texto de estructura metateatral, en el que una actriz está ensayando una obra sobre María Estuardo, y el director de la producción (que está en Escocia a punto de participar en una especie de ritual para comunicarse con el fantasma de la reina decapitada) interactúa con la actriz a través de una videollamada. A ellos se unirá un tercer personaje, un chico joven que interpretará a la reina Isabel, basándose (para justificar la masculinidad de la soberana) en una teoría descabellada de Bram Stoker. Fenómenos extraños, posesiones, apariciones fantasmales y una reflexión de fondo sobre las relaciones humanas, el amor y la trascendencia, recorren esta obra en la que asistimos, además, a algunos momentos clave de la agitada biografía de María Estuardo, conformando una comedia de terror que también explora recovecos emocionales de los personajes.
Un tercer lugar. Estrenada en 2017 en el Teatro Español. Una de las obras finalistas a Mejor Autoría Teatral de los XXI Premios Max de las Artes Escénicas y al Premio Valle Inclán. Publicada primero por Artezblai y más tarde por la Fundación SGAE, también forma parte de la antología Del amor y otras catástrofes. Esta obra tiene una estructura de escenas, aparentemente independientes, protagonizadas por distintos personajes, que posteriormente reaparecen conformando tramas definidas. Se trata, en algunos casos, de personajes puntillosos, neuróticos hasta la hilaridad, dotados de una locuacidad que puede llegar hasta límites insospechados, a través de historias como la del personaje que ha construido la maqueta de la casa de sus sueños o la de la mujer que ha abandonado a su psicólogo y prefiere los consejos de comportamiento animal del veterinario de su gata. En un barrio de Usera como espacio de insospechadas connotaciones. Muy poco a poco, sin que el espectador o el lector lo perciban, los personajes de Denise van deslizándose levemente del centro de gravedad de nuestra lógica, y van situándose, réplica a réplica en territorios cercanos al absurdo. Van abriendo pequeñas grietas imperceptibles en la normalidad discursiva, hasta situarse en un territorio fronterizo con la lógica. Y nos llevan de la mano a un fascinante lugar.
La omisión del sí bemol 3. 2021. Candidata a mejor autoría de los Premios Max. Es una de sus obras más recientes. Dirigida (como todas las otras obras reseñadas en este artículo) por la propia autora, a través de una puesta en escena impecable, cuenta una historia en la que juega con los límites de lo verosímil y se mueve con destreza de funambulista en la frágil cuerda que separa lo disparatado de lo asumible. Unos padres, empeñados en convertir a su bebé en un superdotado, sobreestimulan al pequeño mediante sesiones musicales de Mozart hasta que descubren una teoría conspiranoica que asegura que, debido a oscuros intereses, ciertas notas musicales (si bemol 3) presentes en las obras de Mozart han sido manipuladas por el stablishment musicológico y todo ello parece redundar en el desarrollo anómalo de la criatura. Se trata de un texto que posee una densidad muy especial y que nos interpela sobre la paternidad, sobre las percepciones de lo real y sobre otras importantes cuestiones.
A continuación se incluye una entrevista con la autora:Tomás Afán (TA). En tu trayectoria como escritora hay una abundante bibliografía conformada por narraciones y por encargos (en algunos casos de grandes editoriales), ¿este tipo de trabajos te han ayudado a depurar tu estilo o han influido de algún modo en tu trabajo posterior de dramaturga?Denise Despeyroux (DD). En mi estilo no creo que hayan influido, pero sí han sido trabajos que han estimulado mi curiosidad natural por múltiples saberes y mis ganas, también naturales, de estudio. Además, suelo permitir que lo que vivo o investigo se cuele de algún modo en las obras. Sucede de manera espontánea, surgen asociaciones inesperadas cuando dejas que se crucen marcos de referencia distintos. Creo que muchos lo sabemos y lo aprovechamos cuando estamos inmersos en una obra, que además es casi siempre. A veces digo, bromeando, en según qué situaciones, que nunca se sabe cuándo un autor está trabajando, pero es que es cierto.TA. Cuando se habla de tus influencias se suele citar a autores argentinos como Rafael Spregelburd y Javier Daulte y aquí en España se te suele comparar con Alfredo Sanzol. ¿Te sientes cómoda con estas asociaciones?DD. Me siento cómoda, sí, ya que son autores que he disfrutado mucho y que sin duda me han influido. He tenido ocasión de hacer cursos con los tres bastantes años atrás y con los tres ha surgido además un vínculo de amistad, especialmente con Rafael Spregelburd se trata de una amistad que se ha estrechado a lo largo de los años (dieciséis años ya). Tenemos incluso la fantasía de sacar adelante un proyecto juntos. A mí conocer la obra de Rafael y el marco teórico en que se maneja me abrió la cabeza. Tiene una inteligencia apabullante y además es una persona de una sensibilidad y una generosidad enormes. De Javier Daulte he tomado muchísimas cosas, por ejemplo, la afición por contar historias fantasiosas donde ocurren cosas a veces disparatadas, pero defendidas con una gran implicación emocional de los actores y evitando la parodia y el lugar común.TA. Aunque no formas parte de una compañía teatral estable, a menudo te encargas de dirigir e incluso de producir tus textos. ¿Lo haces para asegurarte de que puedan tener acceso al “mercado” teatral, o porque de ese modo culminas el proceso creativo que iniciaste con la escritura, o por otros motivos?DD. Lo hago por esos dos motivos que mencionas y quizás algunos más. Efectivamente el proceso creativo para mí resta incompleto hasta que dirijo la obra. Dirigir es la forma que tengo de sorprenderme por lo que he escrito y de llegar a asimilar movimientos del alma que están pidiendo ser atendidos. Escribir y dirigir lo que escribo es parte de mi forma de vivir en el mundo. En cuanto a la cuestión de haber tenido que producir muchas veces mis propios textos no tiene que ver con ninguna cuestión de “mercado”, sino de nuevo con una necesidad existencial, con una vocación. A veces tener que optar por una producción precaria ni siquiera es que te convenga desde un punto de vista profesional (y mucho menos económico), a veces es algo así como “un mal menor” para seguir haciendo lo que amas.TA. En qué medida la precaria situación y los escasos apoyos a las personas dedicadas a la escritura teatral y a las propuestas escénicas independientes por parte de instituciones, programadores… te puede llegar a condicionar a la hora de plantearte nuevos proyectos.DD. Es verdad que yo siempre he procurado que no me condicionaran. Cada nuevo proyecto –al margen de las felices ocasiones en que se ha tratado de un encargo– ha partido de un deseo artístico al que he logrado dar forma. Ese darle forma siempre sucede con lo que hay, con los recursos que se tengan, en lo económico, en lo humano y en lo artístico. Es cierto que la precariedad económica hace difíciles algunas cosas y supone tener que multiplicar esfuerzos. Es obvio que una producción independiente del circuito “off” no “compite” en igualdad de condiciones con una producción institucional o una producción del circuito comercial, aunque a menudo se juzgue todo con criterios parecidos y hasta sin ningún criterio, pero también conviene darse cuenta de que contar con más medios en lo económico no significa necesariamente alcanzar una mayor excelencia artística o aportar algo nuevo al teatro. TA. Cuando eliges el tono y los recursos de la comedia para contar tus historias, ¿crees que pueden existir prejuicios a la hora de valorar esos textos por considerar que la comedia tiene menor valor intelectual?DD. Han existido y existen muchísimos prejuicios en quienes juzgan el hecho de escribir comedia como si se tratara de un asunto menor, más fácil o menos serio que el del drama. Puede que en parte esto se deba a que se han hecho muchísimas comedias malas, en base a fórmulas y lugares comunes, sin ningún tipo de singularidad. En mi opinión, la buena comedia tiene un alto nivel intelectual y no está al alcance de cualquiera. A veces, cuando me preguntan por mi interés por la comedia me gusta citar una de esas frases magistrales de Nicanor Parra que siempre dan que pensar y nunca se agota: “La verdadera seriedad es cómica”. Me gusta la profundidad de esta afirmación por lo que tiene de ambigua y por el doble sentido que señala. Podemos interpretar que la seriedad, para ser verdadera, necesita de la comedia que le preste sus alas y también podemos notar que la seriedad, si se toma demasiado en serio a sí misma se vuelve cómica, en el sentido de que se hace patética.TA. En la obra titulada Carne viva, planteas una estructura narrativa cronológica inversa, y uno de los sucesos claves de la obra es la muerte de uno de los personajes y la posterior desaparición del cadáver, hechos que generan una cierta intriga. La historia está impecablemente narrada, sin embargo, dejas sin resolver las causas de la muerte y de la desaparición ¿cuál es el motivo?DD. El motivo principal es que no las hay. Hemos heredado, de un modelo aristotélico/newtoniano muy útil pero que ya ha quedado hace mucho tiempo obsoleto la idea de que todo lo que ocurre en el mundo obedece a una lógica de causa y efecto. Sin embargo, la revolución que representa la teoría de la relatividad de Einstein, junto con la física cuántica y la llamada teoría del caos nos han demostrado la existencia de sistemas complejos que escapan a esta lógica estrictamente lineal de causa y efecto. Me parece que este nuevo paradigma es mucho más útil y sugerente a la hora de contar historias porque nos abre a otras lógicas posibles. En Carne viva se habilitan mecanismos catastróficos, donde los efectos parecen preceder a las causas. Así ocurre con la aparición de un cadáver y así ocurre con su desaparición. En cualquier caso, los personajes de la obra se entretienen en ofrecer interesantes explicaciones acerca de en qué consiste lo verdaderamente ocurrido.TA. ¿Encuentras, a veces, las ideas para tus textos en artículos o publicaciones de prensa o similares?DD. En cierto sentido sí, aunque no del todo exactamente. Me explico. Creo que las semillas o detonantes casi siempre son varios y pueden estar en cualquier parte. Cierta idea de cierto artículo puede cruzarse con algún otro plano de referencia y dar lugar al germen de una obra. Pero ese germen siempre es el resultado de un cruce. La creación supone un acto de novedad radical, cruzar dos realidades, hechos o marcos de referencia distintos, encontrar una nueva asociación que explorar. El contenido de un artículo no podría funcionarme como punto de partida único, para mí sería necesario cruzarlo con otra cosa.TA. Has emprendido proyectos teatrales en Madrid y en Buenos Aires (además de otras ciudades de los continentes europeo y americano), ¿qué diferencias percibes a nivel de producción y de recepción de tu creación teatral entre ambas orillas?DD. Te diría que el público bonaerense es exigente porque está entrenado en ver muy buen teatro (por lo menos durante décadas Buenos Aires ha sido “la capital” del mejor teatro en lengua española). A la vez, precisamente por estar acostumbrado a una gran variedad de registros y a propuestas muy singulares e imaginativas es un público, en mi opinión, más desprejuiciado que el madrileño, que a veces busca ver en el teatro algo muy parecido a lo que ya conoce. En cualquier caso, todo esto no son más que afirmaciones generales carentes de matices y en ese sentido torpes e imprecisas. Siempre tentada por la ironía, esto me lleva a observar que a menudo la recepción del teatro en España, donde a menudo todo es blanco o negro, también carece de matices. TA. Se acaba de publicar una interesantísima antología con siete obras tuyas a cargo de Punto de Vista Editores titulada Del amor y otras catástrofes. ¿Te ha costado elegir las piezas que conforman el volumen, y qué criterios has empleado para hacerlo?DD. No me ha costado demasiado. He excluido algunas piezas que tal vez necesitarían revisión antes de ser publicadas y otras que probablemente podrían agruparse en otra edición. Es el caso, por ejemplo, de las tres piezas que podrían conformar el “Tríptico del Más Allá”, o de varias piezas que escribí por encargo. Por otra parte, siento que cada una de las piezas de ese volumen de alguna manera trata de responder a la pregunta que se hacía la obra anterior. Por poner un ejemplo podría decir que si El corazón es extraño se interroga acerca de cómo es posible aprender a amar sin esperanza, La Realidad viene a descubrir que se trata de un amor parecido al amor que se tiene a los muertos y poco más tarde, Los dramáticos orígenes de las galaxias espirales ahonda en esa idea para ser más tarde capaz de llegar a Un tercer lugar. TA. ¿Nos puedes comentar algo sobre tus últimos proyectos entre los que, tal vez, destaca el estreno en la Sala Francisco Nieva del CDN de tu obra Canción para volver a casa?DD. Escribí y dirigí la obra para la compañía T de Teatre en 2019. La estrenamos en catalán en el Grec Festival y estuvimos haciéndola durante un mes en la Sala Beckett. Después hubo gira por Cataluña y una breve gira por el resto de España que quedó truncada por la irrupción de la pandemia. Alfredo Sanzol tuvo ocasión de ver la obra en la sala Beckett, le gustó mucho y deseaba programarla para abrir su primera temporada en octubre de 2020. Poco más tarde la compañía decidió cambiar esas estupendas fechas por la primavera del 21 (motivos de fuerza mayor, una gira con otro espectáculo). Más tarde llegaron otros motivos de fuerza mayor como una pandemia y el resultado es que yo he acabado entrando a la Francisco Nieva en mayo de 2022 con una reposición de 2019 mientras varias obras escritas en los últimos años esperan ser estrenadas. Todo esto no quita que me sienta feliz y privilegiada por poder trabajar con T de Teatre, que para mí siempre ha sido una compañía enormemente admirada y ahora ha pasado a ser una compañía que amo. Canción para volver a casa es una obra singular y delicada que me ha enseñado muchas cosas y que ha conmovido a muchos espectadores. Después de la temporada en el CDN vamos al Teatro Arriaga, en Bilbao, en esa función que, como la última copa, siempre preferimos llamar penúltima.